ARAMBURU, SALDÍVAR, VÁZQUEZ, RODARTE Y MORENO | Perfil que deben cubrir los aspirantes a Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
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Perfil que deben cubrir los aspirantes a Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación

1.- Ser un jurista que domine la interpretación constitucional.
Ello implica tener sensibilidad jurídica, política y social. Estar consciente de que la Constitución es una norma de eficacia directa, con textura abierta, con capacidad evolutiva y rectora de políticas públicas. Herramienta que ayuda a mejorar los estándares de calidad de las resoluciones jurisdiccionales.

2.- Tener un alto compromiso con la justicia material.
Al convertirse en guardián de la Constitución, debe emitir sentencias que atiendan a las particularidades del caso concreto y se resuelvan incluso con principios que atemperen los rigores de las reglas. Hoy en día no es suficiente la justicia formal (lex, dura lex).

3.- Estar habituado a valerse de su propio entendimiento.
Para juzgar con la alta entidad de un Tribunal Constitucional, el ministro tiene que ser capaz de formarse su propio criterio. Una constante e irreflexiva adherencia a criterios anacrónicos o superados, le harían generar únicamente proyectos de derecho petrificado.

4.- Saber medir el impacto de sus fallos.
El juez constitucional debe tener una gran capacidad para ponderar. Las naturales tensiones que surgen entre gobernados y autoridades, requiere el arribo a soluciones que no solamente resuelvan el caso concreto, sino que sirvan para normar la conducta posterior la Nación en general.

5.- Servir de eje para el desarrollo de la sociedad.
La fuerza que tiene una sentencia de la Corte, debe aprovecharse para lograr los grandes cambios que requiere el Estado. Es sabido que la realidad avanza con mayor rapidez que el derecho. Si los cambios insoslayables no llegan por la vía legislativa, pueden provenir del Poder Judicial Federal.

6.- Ser un jurista estudioso, que conozca a fondo las causas que resuelva.
Sólo una persona que domine los pormenores de cada asunto, será capaz de llegar a las conclusiones que la justicia constitucional requiere. Debe pensar, sentir y reflexionar profundamente sobre la litis, de manera que pueda entrelazar los elementos técnicos-jurídicos con la realidad.

7.- Ser un juez valiente.
Que no se deje vencer por las presiones que las partes ejerzan para que se les conceda la razón; que se mantenga firme para que prevalezca la justicia. También debe mantenerse al margen de las mezquindades de los intereses políticos y económicos. Un ministro libre de compromisos florece de manera espontánea. Su puerta abierta y sin favoritismos, le da la legitimación que reclama el pueblo. Al interior del Alto Tribunal, una actitud despreocupada por escalar a la cima del mismo, es, curiosamente, lo que muchas veces los lleva ahí, incluso por aclamación de sus pares.

8.- Integridad y pasión por su trabajo.
El último peldaño de la justicia, debe contar con hombres y mujeres transparentes, dignos, responsables, comprometidos en cuerpo y alma con su función y que sientan desprecio por la impunidad y el abuso de poder.



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